Joan Melé, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia, fue uno de los expositores del Foro de Emprendimiento, Innovación, Negocios e Inversión del Mediterráneo Sur, evento organizado por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), Gobierno Regional de Coquimbo, Andes Value Research y Corfo.
El español Joan Melé es un hombre de bancos. Tiene más de 35 años de experiencia en el rubro y desde 2015 dedica su tiempo a contar sobre la economía consciente, sostenible y con valores. Hoy, además, es presidente de la Fundación Dinero y Conciencia, liderando también el proceso de formación de la Banca Ética en Latinoamérica.
Melé fue uno de los expositores del Foro de Emprendimiento, Innovación, Negocios e Inversión del Mediterráneo Sur, evento organizado por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), Gobierno Regional de Coquimbo, Andes Value Research y Corfo. El evento contó con la presencia de diversos relatores de Austria, Alemania, España, Argentina y Chile, con el objeto de promover emprendimientos y proyectos de innovación en sectores productivos asociados al clima mediterráneo de Sudamérica.
En esta nota cuenta sobre este proyecto y sus esperanzas de generar y promover un cambio en Latinoamérica, financiando iniciativas que tienen un impacto positivo en lo económico, social y ambiental.
“Cuando estaba en España con la Banca Ética y vino la gran crisis mundial de 2008, crisis financiera, nos abrió la oportunidad de llegar a cientos de medianas y pequeñas empresas que habían entrado en crisis. Por nuestra vocación de solo hacer economía real y no economía especulativa, y de querer contribuir a un cambio pudimos asistir a muchas empresas que sin nuestra ayuda se hubieran hundido”, recuerda de los primeros pasos de esta iniciativa.
Desde hace unos tres años y medio la Banca Ética está en Chile y próximamente se expandirá por otros sitios de Latinoamérica: Uruguay, Colombia, Brasil y México. A la fecha ha financiado 400 proyectos, por un total de US$40 millones. Todo esto en base a gestión crowlending. Esperan próximamente tener una licencia para operar de manera formal como un banco.
De hecho, Melé dice con orgullo que ha podido “recuperar el oficio de banquero. Es el mundo de las relaciones humanas. Y no lo hacemos por la codicia de generar más dinero, sino por la de crear un cambio “.
Cuando una iniciativa se acerca a ellos, los proyectos son desmenuzados y estudiados por una serie de profesionales, no solo del ámbito de las finanzas sino de la cultura, educación, energías renovables, agricultura orgánica, entre varios otros, que permite analizar de manera integral las iniciativas, proponiendo mejoras e incentivando a la creatividad de las empresas.
“Por eso creamos la Banca, porque hay crisis y queremos contribuir a mostrar que se puede hacer economía moderna y rentable. La gran fuerza de nuestro hito es que somos un banco, no es una ONG, una fundación, es un banco y tenemos que hacer negocio. Pero mostramos cómo hacer un negocio que ayuda a todos”, agrega.
El trabajo del experto se ha enfocado en difundir este modelo de banca, tanto entre empresas, inversionistas, consumidores, políticos y otros bancos.
“Tenemos que seguir convenciendo a los empresarios y también a los consumidores. Porque si los consumidores no apoyan a los empresarios responsables, entonces no habrá cambio. Al igual, cuando hablo con empresarios e intento convencerles de que cambien, hablo con consumidores y les digo ‘apoyen a los empresarios responsables’. No se fijen solo en el precio”.
Y en ese aspecto, Melé se muestra activo en el proceso de cambio que vive Chile, para lo cual ha sostenido reuniones con diversos actores. “Estos modelos que están saliendo, que por ley se facilite la aparición de empresas modernas, que además del beneficio económico buscan el beneficio social y que hay gente que quiere invertir en eso. Por lo tanto, si uno quiere invertir no tienes que obligar a maximizar el beneficio económico. Porque claro que es más rentable una empresa que contamina que una empresa que es responsable. Si uno se preocupada de nada, tiene menos costes, pero eso no se puede permitir”.
Finalmente, consultado de cómo una empresa interesada en obtener financiación, la respuesta la pueden comenzar a buscar visitando el sitio www.dobleimpacto.cl. Desde allí comienza una historia en que ambas partes se conocen y entienden lo que hace cada una de ellas. Se revisa el impacto que tendrá el proyecto y, claro, la viabilidad económica. A veces, la Banca rechaza otorgar créditos, pero no cierra la puerta. Al contrario, busca oportunidades de mejora.
“Le decimos: ‘si cambiaras esto o esto, yo te financiaré’. Incluso, a veces les decía, ‘te voy a dar el préstamo, pero tienes que cambiar por lo menos dos cosas. Y si además cambias esto te bajo la tasa de interés’. O sea, utilizar el poder de que tengo el dinero, no para presionarte, sino para que seas más responsable”, dice.
Y para concluir, reflexiona nuevamente: “El gran éxito viene de haber renovado la banca, de hacer buena banca. Conocer bien cuál es el oficio del banquero, porque hoy dependemos más de programas matemáticos y algoritmos de los computadores que de personas. Si hay que utilizarla, por supuesto que vamos a utilizar tecnología, pero si decidimos si se puede o no dar un préstamo no lo va a hacer un algoritmo, tiene que ser un ser humano mirándote a los ojos que diga ‘mira, esto no lo podemos hacer, por esto, por esto, o si hicieras esto, sino no, te vas a estrellar’ Esto es lo que estamos haciendo”.
Puedes revisar su exposición completa en el Foro Mediterráneo Sur, aquí: